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El proveedor de servicios exprés y especialista en logística farmacéutica trans-o-flex ha recibido el encargo de Baviera, el estado más grande de Alemania, para abastecer los centros de vacunación y los almacenes. El cumplimiento de las temperaturas de transporte entre 2 y 8 grados se garantiza mediante el uso de vehículos especiales.
(Weinheim). El proveedor de servicios logísticos especializado en la distribución de medicamentos trans-o-flex asegura la entrega de vacunas contra el coronavirus a los centros de vacunación en toda Baviera. Una particularidad es que trans-o-flex transporta los envíos en vehículos con control activo de temperatura. Estos vehículos cuentan con un sistema para la carga que enfría o calienta según la temperatura exterior, manteniendo la temperatura del espacio de carga constantemente entre 2 y 8 grados Celsius. El encargo para la distribución a nivel estatal de las vacunas contra el coronavirus desde los almacenes bávaros a unas 100 ubicaciones diferentes (además de los centros de vacunación, también los almacenes designados por ciudades independientes y distritos para las vacunas contra el coronavirus) fue otorgado a trans-o-flex por el Ministerio de Salud del Estado Libre.
«Nuestra disposición activa de tráfico directo, la tecnología de vehículos utilizada con supervisión GPS y control activo de temperatura, así como un grupo de trabajo especial para la logística de vacunas contra el coronavirus, no solo garantizan un alto nivel de seguridad, sino también la transparencia necesaria en la cadena de suministro de bienes sensibles», dice Wolfgang P. Albeck, CEO de trans-o-flex.
Cajas especiales para requisitos de temperatura diferentes
Si las vacunas deben transportarse a temperaturas diferentes a las de 2 a 8 grados Celsius según las indicaciones del fabricante, trans-o-flex recibe los envíos correspondientes en envases especiales, que se equipan adicionalmente con elementos de refrigeración y un registrador de datos según los requisitos del producto. Estos registradores de datos miden la temperatura en el interior de las cajas y la almacenan de manera inalterable, de modo que el historial de temperatura se documente y pueda ser verificado posteriormente. «El control activo de temperatura tiene, en este contexto, sobre todo, dos ventajas decisivas», explica Albeck. «Si alguna vez ocurre un defecto en los envases especiales, podemos garantizar y documentar que los productos se transportaron en un entorno controlado.
El fabricante puede entonces decidir, basándose en nuestra documentación, si la eficacia de la vacuna se ha visto afectada por el daño en el envase o no.» Esto se debe a que la temperatura en el espacio de carga de los vehículos se muestra, controla y documenta tanto en el vehículo como en la disposición central. La segunda ventaja decisiva del control activo de temperatura, según Albeck, es: «Una vez que se aprueben en Europa vacunas que permanezcan estables durante más tiempo a 2 a 8 grados Celsius, ya no necesitaremos los costosos y complicados envases especiales en nuestros vehículos y ubicaciones de almacenamiento especializadas. Esto reduce el peso del cargamento, se ahorra también el retorno de los envases y los elementos de refrigeración, y se pueden implementar conceptos logísticos aún más eficientes.»
Foto: © trans-o-flex
