
BTK se encuentra en una buena posición 25 años después de la compra por parte de la dirección
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Rhenus Port Logistics con almacén para el proyecto de líneas de alta tensión SuedLink
22/02/2025 a las 17:15Las crecientes obligaciones de informes y las regulaciones especiales regionales en el marco de las directrices de protección climática están afectando gravemente a las navieras alemanas. Deben recopilar y reportar una gran cantidad de datos a nivel nacional, europeo y global, a menudo varias veces, en diferentes sistemas y con plazos distintos.
(Hamburgo) Esta carga administrativa no solo afecta a las grandes empresas, sino especialmente a las pequeñas y medianas navieras, que representan el 80 por ciento de la industria naviera alemana.
Un ejemplo ilustra la magnitud: la naviera familiar del norte de Alemania, Rambow, opera doce buques portacontenedores en Europa y dos buques multipropósito en todo el mundo para el transporte de diversas mercancías. El capitán Manfred Hirsch informa frustrado: «Hoy en día, pasamos casi más tiempo a bordo con la burocracia que con nuestras tareas reales, como la navegación y el mantenimiento. Los datos de emisiones deben ser ingresados en numerosos sistemas, cada uno con sus propios requisitos y plazos. Para los oficiales, esta carga es casi imposible de manejar además de las operaciones diarias.»
La dirección también siente la presión. Malte Rambow describe las consecuencias para la empresa: «Nuestro negocio principal, el transporte marítimo y la operación de buques, está quedando cada vez más en segundo plano. Las crecientes regulaciones y las obligaciones de informes poco claras nos frenan y ponen en peligro nuestra competitividad.»
Caos regulatorio e incertidumbre por el EU-ETS
Desde 2024, el transporte marítimo está integrado en el sistema de comercio de emisiones de la UE (EU-ETS). Las navieras deben registrar sus emisiones de CO₂ y adquirir los certificados correspondientes. Sin embargo, la implementación nacional tardía en Alemania ha generado incertidumbre. Paralelamente, otros países como Turquía y el Reino Unido están tomando caminos propios y estableciendo sus propios sistemas de comercio de emisiones para el transporte marítimo.
El resultado: un mosaico de regulaciones con diferentes requisitos, formatos de informes y plazos. La creciente burocracia consume recursos valiosos, sobrecarga al personal y dificulta la operación eficiente de los buques.
Martin Kröger, director general de la Asociación de Navieros Alemanes (VDR), advierte: «Nuestras empresas no pueden permitirse un departamento propio para la burocracia. Deberían concentrarse en el transporte de mercancías y la protección climática, no en buscar el portal en línea adecuado para informes siempre nuevos. Necesitamos urgentemente una simplificación de las obligaciones de informes y el fin de los caminos especiales europeos.»
Además del EU-ETS, las navieras deberán cumplir con el reglamento FuelEU Maritime a partir de 2025. Este establece que la intensidad de gases de efecto invernadero de la energía utilizada por los buques no debe exceder ciertos límites, lo que representa otro obstáculo burocrático.
Kröger critica: «El reglamento FuelEU es bien intencionado, pero no se ajusta a la realidad de la industria. Las responsabilidades no están reguladas de manera práctica.» En el transporte marítimo, a menudo hay varios actores:
- Propietarios de buques,
- Fletadores que alquilan el buque y adquieren el combustible,
- Gestores de buques que son responsables de la operación segura.
Sin embargo, según el reglamento, se supone que el gestor del buque debe garantizar el cumplimiento de las regulaciones, aunque no tiene influencia sobre la compra de combustible. Esto genera incertidumbre y regulaciones alejadas de la práctica.
Informes de sostenibilidad: nueva ola de burocracia
Además de los informes climáticos, la UE también está exigiendo cada vez más informes de sostenibilidad (Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa - CSRD). Desde 2024, las grandes navieras deben elaborar informes detallados sobre aspectos ecológicos y sociales. A partir de 2026, esta obligación también se aplicará a las pequeñas y medianas empresas. La documentación adicional consume más recursos y aumenta significativamente la carga administrativa.
La industria exige una unificación internacional
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reconocido el problema y ha anunciado una reducción de la burocracia. Pero la industria necesita medidas rápidas y concretas.
El VDR exige una simplificación radical de las regulaciones. «Necesitamos una armonización internacional de las directrices de protección climática, la recopilación de datos y las obligaciones de informes», enfatiza Kröger. «El gobierno federal debe comprometerse decididamente a reducir la burocracia en Europa; de lo contrario, Europa corre el riesgo de perder su competitividad internacional.»
Foto: © Loginfo24





