ThermoMed prueba nuevos sistemas de refrigeración eléctricos

Silencioso, ecológico y económico en su funcionamiento: la filial de trans-o-flex, ThermoMed, inicia una prueba práctica de un año para comprobar si los sistemas de refrigeración eléctricos cumplen con sus promesas de sostenibilidad. Una batería de respaldo permite apagar el motor durante paradas prolongadas y aumenta la fiabilidad. Los objetivos son el ahorro de energía y la reducción del ruido.

(Weinheim) La filial de trans-o-flex especializada en el transporte de medicamentos con temperatura activa, ThermoMed, comienza a probar durante un año tres vehículos de entrega equipados con un innovador sistema de refrigeración completamente eléctrico. «Aunque los equipos son más caros de adquirir, se espera que sean más silenciosos, ecológicos y económicos en su funcionamiento», dice Wolfgang P. Albeck, CEO de trans-o-flex.

Hasta ahora, solo hay un fabricante que ofrece la tecnología innovadora para vehículos de hasta 3,5 toneladas con una carrocería térmica. «Por eso estamos probando si los dispositivos pueden mantener las ventajas prometidas en el uso diario y si son tan fiables como los sistemas de refrigeración convencionales.»

Los sistemas de refrigeración convencionales de los furgones obtienen la energía necesaria exclusivamente del motor diésel del vehículo. «Cuando el vehículo se detiene para la entrega, a veces es necesario que el motor siga funcionando para garantizar la temperatura», explica Albeck. «Esto no solo conduce a un mayor consumo de combustible, sino también a un mayor nivel de ruido.»

Fuente de energía durante la conducción

Ambos problemas pueden evitarse ahora con nuevos dispositivos eléctricos. Durante la conducción, la energía se suministra a través de un generador impulsado por el motor. Una vez que el motor está apagado, una batería de respaldo proporciona la energía necesaria. Para la precalentamiento del espacio de carga a la temperatura adecuada, tampoco se necesita el motor del vehículo. Para ello, el vehículo puede conectarse a una toma de corriente convencional de 230 voltios, a través de la cual también se carga la batería de respaldo. En caso de una avería del motor, los vehículos pueden mantener la temperatura durante varias horas gracias a la batería. Y dado que muchos vehículos operan en el sector hospitalario, una menor generación de ruido debido a la refrigeración alimentada por batería también se nota positivamente allí.

En cuanto a la adquisición, los dispositivos del tipo Mitsubishi TE 30 son, según Albeck, aproximadamente 3.000 euros más caros que los sistemas de refrigeración utilizados hasta ahora en ThermoMed. Además, la instalación (incluida la batería) pesa 192 kilos, casi 40 kilos más que un sistema convencional comparable. «Sin embargo, los costos totales podrían ser más bajos al final, ya que el consumo de combustible del vehículo portador disminuye y los costos de mantenimiento y reparación del sistema eléctrico deberían ser más bajos», dice Albeck. «Pero queremos verificar todo esto más a fondo ahora.»

Diferentes zonas de temperatura

La fase de prueba comenzó en abril. Se están evaluando los sistemas de refrigeración eléctricos en combinación con tres Mercedes Sprinter de última generación y una carrocería térmica del fabricante de carrocerías Spier. El sistema de refrigeración es adecuado para vehículos con diferentes zonas de temperatura. Albeck: «También utilizaremos la prueba y los vehículos en el rango de refrigeración pura de 2 a 8 grados, en el llamado rango de temperatura ambiente de 15 a 25 grados, así como en funcionamiento mixto con dos zonas de temperatura.»

Foto: © trans-o-flex